30 sept 2012

Ciberdemocracia (2): los retos.

Por bonpanchetti en ciudadanosencrisis.wordpress.com

La implantación de la ciberdemocracia se enfrenta a varios retos, algunos de índole técnica, pero otros tienen relación con la cultura del voto o los problemas de representatividad.


La brecha digital

Una parte importante de la población no está habituada al uso de tecnología en su vida cotidiana, porque carecen de medios informáticos o porque no tienen un nivel mínimo como usuarios (lo que se conoce como brecha digital), lo que impediría por el momento la igualdad de oportunidades para participar en votaciones electrónicas.


Fraude electrónico

La principal preocupación al pensar en una democracia electrónica y más participativa es la identificación segura de los ciudadanos para evitar el fraude electoral y asegurar el voto secreto. Desde hace tiempo se promueven los trámites electrónicos en las gestiones con la Administración Pública y en España existe el DNI electrónico desde 2006, aunque sus aplicaciones son limitadas todavía. El proyecto Ágora Ciudadana, del Partido de Internet, desarrolla en la actualidad un sistema de voto electrónico que pretende dar garantías.

Del mismo modo, el fraude podría venir de la mano del timo y la publicidad engañosa, algo nada extraño en internet, que afectaría sobre todo a las personas con poca cultura digital.



Boicot democrático

Otro problema pueden ser los boicots o acciones de hackers contra los sistemas de participación electrónica: sobrecarga intencionada de las plataformas de participación electrónica, infección con virus informáticos, ataques directos dirigidos contra votaciones determinadas…


Problemas de representatividad

Puede darse la circunstancia de que algunos colectivos se impliquen y participen más en la democracia electrónica, creándose una mayoría electrónica que ahogue a otros colectivos. Esto puede llevar a situaciones de tiranía de la mayoría o situaciones de populismo o ciberdemagogia, sobre todo en las fases iniciales de la implantación del nuevo sistema. Es el mismo tipo de barrera que existe hoy para que los partidos minoritarios accedan al Parlamento, sólo que en este caso se daría con otras normas de juego.


Cultura de la participación

Si todas las semanas se votan un sinfín de iniciativas, los ciudadanos podrían llegar a una situación de cansancio por saturación o falta de motivación por informarse sobre cada cuestión pública que se va a votar (¡hay más de 6.500 votaciones al año sólo en el Congreso!). Esto puede llevar a una situación de voto de oídas, sin estar realmente informado sobre los asuntos votados.

Fuente: The Future of e-Democracy (Steven Clift)

Corrupción difusa

La participación electrónica en democracia podría traer nuevas formas de corrupción, donde el foco de la corrupción ahora caería sobre el propio ciudadano, principalmente mediante la compra masiva de votos para sacar adelante determinadas votaciones o incluso la coacción de voto, pues nadie controla el entorno donde el ciudadano estaría votando.


Garantizar la visión de Estado

No hay que confundir la posibilidad de participar en las decisiones públicas con el hecho de que todo sea cuestionable públicamente: alguien debe mantener la visión de Estado (para temas confidenciales, equilibrios macroeconómicos, seguridad nacional, etc.). Sin duda, este será el mayor reto, encontrar la fórmula que permita la convivencia del funcionamiento político con una mayor participación ciudadana.


Pérdida de status quo

Pero la principal barrera no es de tipo tecnológico, sino social. La élite política actual formada por los partidos políticos mayoritarios, sus medios de comunicación afines y los grupos de presión con intereses creados pueden perder sus cuotas de poder si las reglas del juego cambian. La ciberdemocracia implica cambios en la forma de hacer política, los políticos tendrán que mantener su nivel de tensión y orientación al ciudadano durante toda la legislatura, y no sólo cada cuatro años. De igual forma, cambiarían los circuitos de generación de opinión, que pasarían al ámbito de internet, donde muchos contactan con muchos, y no como en la actualidad, donde los políticos y sus medios (unos pocos) pretenden controlar la opinión de muchos.


 Serie sobre la ciberdemocracia
1. de qué hablamos
2. los retos
3. ciberactivismo y web social
4. iniciativas políticas
5. casos reales

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