DESPUÉS DEL 29 DE MARZO ¿QUÉ?
El
movimiento de los constituyentes recién está naciendo. Como todo parto,
el nacimiento de la nueva criatura no estará exenta de dificultades y
el despliegue de todas sus capacidades demorará su tiempo. Sin embargo,
las horas apremian y la nueva organización, debe nacer con los ojos bien
abiertos. No tiene otra alternativa. Allá afuera hay un mundo que ganar
para una nueva y potente idea.
La
primera tarea de los “constituyentes” se escribe con una O bien grande
un O de Organizarse. Desde que la idea tomo cuerpo dijimos que seriamos
un comprometido ejército de peones, que provistos de una táctica y
estrategia, íbamos a ser capaces de trasladar al conjunto de la sociedad
la necesidad de empoderarse. Dicho de manera sencilla vamos a crear
poder para que el pueblo ejerza la soberanía popular.
Los
próximos acontecimientos nos obligan a ponernos rápidamente de pie. Los
“constituyentes” estaremos en primera línea de la huelga general. Pero,
¿qué hacer después de 29 de Marzo? ¿Cuáles serán nuestros próximos
pasos? ¿Cómo materializar una idea que recién esta en el kilómetro uno
de un largo camino?
Por
las declaraciones de los dirigentes de los sindicatos mayoritarios el
objetivo de la huelga es lograr sentarse en la mesa de negociación con
el gobierno para discutir la reforma laboral más retrógrada de la
historia democrática de España.
No
es el objetivo de estas líneas discutir el horizonte que proponen Toxo y
Méndez, más bien es proponer un horizonte más amplio , el único posible
a mi modo de ver. Para enfrentar con éxito los gravísimos atentados a
los derechos de los trabajadores no se puede sostener una política solo
defensiva. Esta estrategia está condenada al fracaso.
Al
día siguiente de la huelga, que queremos sea un éxito, debemos colocar
sobre la mesa una convicción de nosotros los “constituyentes” y estamos
seguros de mucha gente que ve con espanto la deriva ultra-conservadora.
Hay que pasar a la ofensiva ¿Pero cómo se hace se preguntarán?
Primero,
con las ideas claras. No hay soluciones de parche a la crisis del
sistema., se requieren soluciones de fondo y esta solución se llama
proceso constituyente o sí queréis, más claro aún, el horizonte que
debemos proponer a los colectivos ciudadanos es una revolución
democrática que regenere todos los poderes tanto económicos, políticos
como sociales.
Segundo,
en Cádiz hemos declarado formalmente que la actual constitución ha
perdido toda legitimidad y que debemos empezar un proceso constituyente
desde abajo. Pues, manos a la obra, es hora de tomarse en serie la
ruptura democrática.
Tercero,
este proceso se hará con las organizaciones del pueblo realmente
existentes. Para ello los “constituyentes” deberemos llevar la
Declaración de Cádiz a nivel de calle y unirlas a las reivindicaciones
particulares de cada colectivo ciudadano. Pero además hay que aclarar
que la derrota de la política de los recortes sociales solo se logrará
con un movimiento sostenido de rebelión popular y desobediencia civil.
La alternativa contraria es la peor de todas las derrotas, esa que se
instala en las conciencias.